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Bienestar

Tipos de bienestar y salud personal

El bienestar o wellness es un estado de satisfacción personal

El bienestar un estado de plenitud donde la persona se siente bien consigo misma y conforme con la vida que le corresponde vivir. Es el estado mental alcanzado en función de una valoración positiva de su salud, posición socio económica, éxito profesional y realización personal en base al propio juicio y al percibido a través de terceras personas sobre uno mismo.

La satisfacción del que se descubre sintiendo “que bien me siento, ahora mismo no cambiaría nada”, proviene de una evaluación general de todas las parcelas de su existencia, no tanto en relación a las metas u objetivos alcanzados sino a la sensación de encontrarse conforme con cada una de las partes del sí mismo que conforman un todo integrado. De esta manera parece que podemos parcelar el bienestar general en diferentes formas:

Bienestar físico

Relacionado con la percepción subjetiva de salud orgánica, la sensación de poseer un cuerpo que permita satisfacer las demandas personales. Más relacionado con la ausencia de dolores y malestar que con los cánones de belleza. Sin duda, en este sentido, todas las acciones encaminadas a una alimentación equilibrada y saludable y a la adquisición de la agilidad física a través del ejercicio y los cuidados personales, facilitan una apreciación positiva de la funcionalidad del organismo.

“El bienestar y la salud son un deber, de otra manera no podríamos mantener nuestra mente fuerte y clara”. Buda Gautama. Fundador del Budismo. (Siglo VIa.C.)

Bienestar mental y emocional

Sin duda la palabra equilibrio es la responsable de la sensación de bienestar en asuntos del psiquismo. El ser humano alcanza en ocasiones la sensación de tranquilidad y de encontrarse bien, lo hace cuando la balanza permite experimentar las emociones positivas y mantener apacibles las negativas. Alcanzamos la sensación de bienestar con la regulación emocional, estar regulados significa no necesitar más de lo que en ese instante se está experimentando, sin excesos ni carencias, sin miedos ni ansiedades, simplemente en estado de armonía. En este sentido la Psicología lleva trabajando desde la década de los ´70 con el nacimiento de las teorías sobre inteligencia emocional, sobre los aspectos del psiquismo que pueden desarrollarse para favorecer la búsqueda del bienestar y la plenitud, temas como el optimismo, la relativización, la compasión, el perdón, la flexibilidad, la capacidad para tomar decisiones, para resolver conflictos y la confianza han inundado los escenarios escolares y empresariales para el desarrollo de habilidades que permitan un estado mental óptimo, más allá de la ausencia de enfermedad mental.

“Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar”. Dalai Lama. Líder espiritual del Budismo.

Bienestar laboral

Si bien el trabajo se ha considerado tradicionalmente como un medio de vida con el cual obtener el sustento y cubrir las necesidades básicas, con el desarrollo de las sociedades industrializadas y del crecimiento personal, ha ido adquiriendo matices relacionados con el bienestar, la identidad y el autodesarrollo, de modo que el tiempo invertido en el trabajo pasa a ser considerado como una fuente de motivaciones y aprendizajes que van más allá del puro intercambio económico. Obviamente esto puede suceder en el mejor de los casos, cuando las personas están en condiciones de elegir a partir de sus potencialidades y fortalezas personales. Se considera que ocupar un puesto de trabajo gratificante y bien remunerado es un factor de protección para la salud, tanto física como mental, contribuyendo indudablemente a un estado de bienestar general del individuo.

“La organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del Pueblo, dentro de un orden económico que atienda al desarrollo de la Justicia Social”. Juan Domingo Perón. Político argentino (1895-1974)

Bienestar social

Las llamadas sociedades del bienestar nacen en los países industrializados por las necesidades que surgen en las clases trabajadoras que sufren los primeros embistes de la revolución industrial durante el siglo XIX. De su sufrimiento se hicieron eco intelectuales, políticos y religiosos de la época, comenzando los reglamentos de derechos y obligaciones que con el tiempo darían lugar a lo que hoy conocemos como sociedades del bienestar. En definitiva se trata de cubrir las

demandas básicas de educación, salud, justicia y derechos laborales para todas las esferas de la sociedad, independientemente de su poder adquisitivo y condiciones sociales. Se destacan asuntos tan importantes como la dignidad de las personas y la búsqueda del bien común a través de la igualdad, la libertad y el derecho de asistencia en todas las instancias sociales al margen de las idiosincrasias particulares, lo que garantiza la estabilidad y organización social y por tanto, el bienestar individual y colectivo.

“Muchas cosas magníficas se han realizado en este y en el pasado siglo de cara al progreso del bienestar humano. Pero, curiosamente, parece haberse olvidado que nuestro bienestar depende básicamente de nuestra sabiduría y actitud espirituales. Es debido exclusivamente al no reconocimiento pleno de este hecho, el que podamos ver cómo el mundo actual se encuentra inmerso en un ambiente putrefacto de odio y violencia, de miedo y falsedad”. Teitaro Suzuki. Filósofo japonés (1870-1966)

Bienestar personal

Si hay algo que al ser humano le acerca al bienestar personal es la toma de conciencia de los asuntos de su vida física y emocional y la búsqueda de la coherencia. En este sentido la coherencia debe converger en tres niveles, pensamiento, sentimiento y comportamiento. Cuando lo que se piensa, lo que se siente y lo que se actúa están en consonancia,  experimentamos un estado de armonía plena.

“La salud y bienestar son más que el ejercicio, dieta y librarse del estrés. Es un punto de vista y una actitud mental que tienes sobre ti mismo”. Albert Schweitzer. Médico y filósofo alemán (1875-1965)

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