Dinero
“La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da”¿Qué es el dinero?
Etimológicamente el término dinero proviene de denarius, nombre de una moneda romana de plata; dinero significa moneda corriente y se asignó a varias monedas usadas en España en la Edad Media. El dinero hace referencia a lo largo de la historia a cualquier objeto de valor o a la moneda de curso legal en un país para pagar bienes y servicios en el mercado. Antiguamente, cuando no existía la moneda, se utilizaba el trueque o intercambio de bienes como el ganado o los sacos de cereales para canjearlos por otras mercancías de las que se carecían como los metales preciosos, de donde surgen las primeras monedas fabricadas. Las primeras monedas se emitieron alrededor del año 600 a.C. en Asia, India y China, se troceaba el metal en pequeñas porciones y se marcaba para identificarlo.
“De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero”. Benjamin Franklin. Estadista y científico estadounidense (1706-1790)
Las formas en que se presenta el dinero son las monedas, los billetes, las tarjetas o las transferencias, entre otros ejemplos, siendo en cualquier caso un bien activo aprobado como medio de pago que es aceptado por los agentes económicos y que debe estar avalado por la entidad emisora. Son los gobiernos de cada país los que determinan cuál es el dinero en curso legal y los bancos centrales o casa de la moneda quienes crean, regulan y controlan monedas y billetes en función de la demanda y la política monetaria de la economía vigente.
“No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo”. Alejandro Dumas. Escritor francé. (hijo) (1824-1895)
El dinero sirve para hacer funcional el intercambio de bienes y servicios, superando las limitaciones que presentaba el trueque al requerir un deseo común por ambas partes para intercambiar sus propias posesiones. Para que un bien sea considerado dinero debe cumplir tres funciones: que sea un medio de intercambio ligero y fácil de guardar y transportar; que se corresponda con la unidad de medida utilizada en una economía determinada para fijar los precios; que conserve su valor inicial para poder ser intercambiado n el futuro, es decir, que cumpla la función de depósito.
“Mi sueño es el de Picasso; tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres”. Fernando Fernández-Savater. Filósofo español (1947)
El dinero no tiene la capacidad de dar la felicidad ni tampoco de arrebatarla
¿Para qué es importante el dinero?
“El dinero no puede hacer que seamos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo”. Jacinto Benavente. Dramaturgo español (1866-1954)
No cabe duda que el dinero se ha convertido en un elemento esencial para cubrir las necesidades básicas de la vida en las sociedades industrializadas y en la vida cosmopolita. Si bien es cierto que algunas formas de subsistencia permiten un modo de vida austero donde los bienes se traducen en tierras fértiles y ganado, para el acceso de cualquier otra necesidad primaria serán necesarias formas de intercambio de bienes como el trueque o la moneda. La vivienda, el acceso a la alimentación, a la medicina, a los servicios, al transporte colectivo y a otras diversas comodidades que facilitan el bienestar y la cobertura de las necesidades básicas, precisan del intercambio económico y, por tanto, del poder adquisitivo de los miembros de la comunidad. No obstante existen aun grupos sociales o tribus que viven al margen del llamado desarrollo cuya cobertura de nutrición e hidratación es lograda por sus propios medios al estar en contacto directo con la naturaleza, viviendo ajenos a la necesidad del dinero.
“Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero”. Voltaire. Filósofo y escritor francés (1694-1778)
El dinero facilita el acceso a tantos complementos como necesidades de consumo se tengan, así mismo permite que las sociedades puedan ajustarse a los modelos del bienestar donde pueden ofrecerse servicios a los miembros de la comunidad por el hecho de pertenecer a ella y por contribuir a su mantenimiento a través de los impuestos establecidos. El dinero sin duda permite el acceso a un modo de vida cómodo y cercano al buscado buen vivir donde poder gozar de la calidad que para muchos se traduce en el consumismo.
“La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos”. Platón. Filósofo griego (427 AC-347 AC)
¿El dinero puede perjudicar seriamente la salud?
“¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia”. Epicuro de Samos. Filósofo griego (341 AC-270 AC)
No obstante el dinero tiene sus aristas, no tiene más valor que aquel para el que se le de uso y no tiene más nombre que el dueño que lo posee, pudiendo llegar a alienarle en una necesidad de poseer cuanto más mejor y arrinconando sus pasiones hacia sus debilidades: la avaricia, la codicia y la ambición. El dinero en su buen uso permite un estilo de vida afortunado, sin embargo, cuando se le otorga un valor superior al estimado por los agentes económicos, se convierte en un deseo difícil de agotar, pudiendo llevar al que lo ansía a perseguirlo como modo de vida sin darle un auténtico valor en sí mismo, es ahí cuando lejos de encontrar la felicidad se topa con la condena de la dependencia y el drama de vivir con miedo a perderlo, a perderlo todo como dicen algunos, sin estimar que la vida es mucho más que unos sacos de oro, plata o bronce.
“Algo habrá de malo en la riqueza cuando a todo el mundo le da vergüenza confesar que la tiene”. Noel Clarasó. Escritor español (1899-1985)
El dinero no tiene la capacidad de dar la felicidad ni tampoco de arrebatarla. El dinero es simplemente un medio, no un fin. El uso que se haga de él condiciona los sabores y sinsabores del logro de obtenerlo. La pregunta es entonces… ¿Sabes disfrutarlo? ¿Puedes gestionarlo? ¿Cambia en algo tu existencia una vez cubiertas las necesidades básicas? ¿Puedes vivir sin depender de él para alcanzar la felicidad?
“Quien cambia felicidad por dinero no podrá cambiar dinero por felicidad”. José Narosky. Escritor argentino (1930)