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Sexo o amor infinito

Sexo o, ¿quizás amor? La tendencia a tener parejas de duración finita va en aumento, de hecho cada vez con más frecuencia algunos estudiosos del amor hablan de “monogamia secuencial” para describir la estadística de los últimos años, donde se tienen varias parejas a lo largo de la vida, muy alejado del mandato de antaño donde la pareja era para toda la vida. En este contexto aumentan los intercambios sexuales entre adultos sin compromiso y, en muchos casos también las dudas en torno a su significado y la confusión de roles.

“Pero entonces… ¿somos pareja?, ¿somos amigos?, ¿somos amantes?, ¿podemos acostarnos con otros?, ¿cuento contigo para algo más?… ¿qué somos?”

Casi se podría intuir un “no entiendo nada” y a veces un “no entiendo dónde está el problema, el sexo es estupendo y nos llevamos genial” o incluso un “pero por qué te enfadas si no te llamo ¡si y tú y yo no somos nada!”. Efectivamente, la flexibilidad en toda situación puede generar desorden o desconcierto porque los protagonistas del encuentro no tienen claras las reglas ni las expectativas y por lo tanto tampoco las exigencias que pueden plantear en este tipo de relación. Son las llamadas relaciones libres, donde casi todo vale y casi nada se define, donde el dejarse llevar es difícil porque el escenario es muy cambiante y los sentimientos deben abstenerse a participar. Algunos autores hablan de miedo al compromiso, otros de adultos infantilizados, otros de libertad y espontaneidad en las relaciones, en cualquier caso lo que casi siempre suele suceder es que uno de los dos, sino ambos, pueden llegar a confundir el sexo con amor, lo momentáneo por un estado, lo pasajero por compromiso sin poder ver con claridad las diferencias entre el sexo y el amor.

Elementos de una relación sexual

  • Atracción física. Es el ingrediente clave en este tipo de relaciones, algo en el otro despierta un interés sexual difícil de disimular. Los acercamientos se cargan de lo que se identifica como “tensión sexual” y entre ambos surge la necesidad de mirarse, tocarse o practicar sexo.
  • Escasa conversación. El grado de intimidad entre ambos es muy superficial, apenas dedican tiempo a conocerse y la comunicación gira en torno a su atracción mutua y encuentros sexuales.
  • Relación sin compromiso. El único punto de convergencia es el sexo, puede que haya otros intereses comunes, ya que la atracción no tiene por qué ser exclusivamente genital, sin embargo no se establecen expectativas de ningún tipo ni se inicia un recorrido para unir los intereses comunes, no hay objetivos ni a medio ni a largo plazo, se vive el momento, la circunstancia de encontrarse de vez en cuando.
  • Pasión. Es el único motor de la relación. Los intercambios sexuales suelen ser pasionales pero también cortos y acotados al acto sexual, no existen los preludios de antes ni los intercambios afectivos del después. No se cuidan otros aspectos diferentes al sexo.
  • Restricción afectiva. En este tipo de relaciones poner en juego sentimientos hacia el otro se convierte en un riesgo, la propia dinámica relacional se caracteriza por la búsqueda del propio placer y no se cuidan ni se atienden las necesidades del otro. No hay más afecto que el que moviliza para el encuentro, relacionado con el interés sexual.

Pasión y Sexo

Elementos de una relación amorosa

    • Pasión. En la formación de la pareja también existe la atracción sexual, de hecho suele ser uno de los elementos clave para su inicio, sin embargo esta seducción con el tiempo tiende a transformarse en algo más profundo que se extiende a la totalidad del otro, va más allá del plano sexual y empieza a compartirse una pasión por el otro, un interés pleno por todas las facetas que vamos conociendo y sintiendo como familiares. La pasión no se expresa exclusivamente en el terreno de lo sexual sino también en lo afectivo, los encuentros y desencuentros se tiñen de deseos, necesidades y emociones intensas que dan sentido al hecho de compartir la vida y caminarla juntos. De hecho, cuando la pasión se apaga y el interés por los asuntos del otro se estanca, también lo hace la relación.
    • Vínculo de apego. Uno de los aspectos más importantes de la relación de pareja es precisamente el apego que se establece con el otro. La intensidad del vínculo sobrepasa cualquier otro que se haya tenido a lo largo de la vida previo a tener pareja. El sentimiento de amor por la pareja se diferencia claramente de otros sentimientos amorosos, hacia amigos o familiares, debido a la idiosincrasia del amor, “esto es diferente, jamás lo había sentido por nadie, es que daría mi vida, lo es todo”. La calidad de la relación  posa sus raíces precisamente en el interés activo y permanente por el bienestar del otro y en el mantenimiento y consolidación del vínculo.
    • Intimidad. La complicidad en las parejas es un marcador de buena salud del sistema y se puede apreciar en el lenguaje no verbal, las actitudes, la cercanía física, las caricias, esas miradas que todo lo dicen, los silencios cómodos y sostenidos, el sentido  del humor compartido, las anécdotas reconocidas como propias de la historia en común, la búsqueda de reconocimiento y complacencia del otro, el cuidado activo entre ambos, la protección frente a problemas externos, la necesidad de resolver conflictos y recuperar el tono amoroso. La confianza entre los miembros es clave para el desarrollo de la intimidad, los contenidos mentales que se comparten con la pareja aumentan con el sentimiento de seguridad en el otro.
    • Compromiso. La otra clave de las parejas es el establecimiento de un proyecto de vida en común, un compromiso mutuo de formar su propia familia, su propia historia, su particular desarrollo como sistema independiente al resto. Las fallas en el compromiso suelen ser el inicio de crisis graves en el amor.

    Parece entonces obvio que el amor y el sexo se encuentran a kilómetros de distancia. Poco tienen en común si se toman como literalmente lo que son, el sexo es solamente eso, el amor es algo mucho más complejo y desarrollado, sin embargo, qué difícil resulta aventurarse a ambas, qué difícil separar las emociones y los sentimientos de cualquier relación humana, qué fácil entender cuando a través del sexo uno de los dos…se acaba enamorando.

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