Seleccionar página

La sonrisa es un pasaporte para la vida social

Sin duda alguna sonreír funciona como reclamo para la conexión y la apertura con los demás. De este modo la alegría como emoción es un conector social, compartir risas con los demás ayuda a facilitar el vínculo por el mero hecho de compartir una experiencia emocional y mental donde se configura un estado de ánimo compartido socialmente que suele ser bien recibido. En este sentido nos referimos a la risa auténtica, la genuina y espontánea identificada por el Doctor Guillaume Duchenne, investigador francés; se trata de la sonrisa Duchenne, caracterizada por la contracción de los músculos que elevan la comisura de los labios junto con el músculo orbicular cerca de los ojos, que genera una elevación de las mejillas y produce arrugas alrededor de los ojos. Es esa sonrisa universal que todos reconocemos como verdadera y franca y de la cual podemos contagiarnos por las famosas neuronas espejo que nos ponen en sintonía con la risa y carcajada del otro, pudiendo llegar a provocar ataques de risa compartidos por un grupo sin conocer los motivos ni el contenido de la juerga, simplemente viendo e imitando de forma espontánea e involuntaria.

Las sonrisas voluntarias o provocadas se diferencian fundamentalmente en que el músculo orbicular no puede contraerse a voluntad propia en la mayor parte de las personas, son entonces aquellas donde se sonríe con la boca pero no con los ojos, son sonrisas más impostadas o también más tristes, donde se trata de comunicar agrado hacia el otro pero no termina de ser coherente con el estado mental que subyace, sería algo parecido a la sonrisa de un político en una rueda de prensa o a la de una persona que se encuentra en un mal momento vital en una situación social. La sonrisa auténtica o de Duchenne es la respuesta motora a procesos generados en el sistema límbico (centro de control emocional del cerebro) que envía impulsos a los ganglios basales, mientras que la sonrisa voluntaria obedece a procesos generados en la corteza motora.

Uno de los grandes descubrimientos derivados de los estudios sobre la sonrisa ha dado como resultado la implementación de la risoterapia como técnica terapéutica para la mejora del estado de ánimo y del sistema inmunológico en pacientes con dolencias psíquicas y físicas. Se parte del concepto de la propiocepción, un sistema de comunicación mente-cuerpo que es de doble sentido. Cuando algo nos alegra o nos provoca hilaridad el cerebro límbico envía señales que dan como resultado la carcajada a nivel motor, sin embargo, cuando se emiten conductas pertenecientes a la alegría como la sonrisa, la risa o la carcajada de manera dirigida y voluntaria el cerebro puede llegar a identificarlo y acercarse a un estado de ánimo acorde a la alegría, y así, en búsqueda de la congruencia puede entrenarse el camino hacia el optimismo. Requiere entrenamiento y se facilita su práctica en grupo, pudiendo generar estados de ánimo positivos en los participantes. Charles Darwin ya hablaba de la retroalimentación facial, llegó a constatar que la simulación de una emoción a nivel motor podía provocarla en nuestro cerebro emocional. Según señalan muchos estudios al sonreír voluntariamente el cerebro interpreta que hay emociones positivas, liberando endorfinas, los neurotransmisores del bienestar.

Norman Cousins, periodista estadounidense, fue uno de los precursores de la “ciencia de la felicidad” tras ser diagnosticado de una enfermedad autoinmune potencialmente mortal para la que creó su propia terapia a través de un programa de risa y buen humor, lo que para él supuso la clave de su recuperación, según él mismo informó: “hice el descubrimiento gozoso de que diez minutos de auténticas carcajadas tenían un efecto analgésico y me darían por lo menos dos horas de sueño sin dolor”. Tras superar la enfermedad creó un centro de psiconeuroinmunología en los Ángeles, California. Hoy en día los resultados de una recopilación importante de distintos estudios apoyan la hipótesis de que las personas optimistas y positivas tienen a presentar mejor salud y expectativas de una vida más longeva.

La sonrisa es un mecanismo innato, se ha constatado que los fetos sonríen en el útero materno e incluso los bebés ciegos responden con la sonrisa al reconocer la voz humana. Es un reflejo universal que va disminuyendo con el paso de los años, así mientras que un niño se estima que sonríe unas 400 veces al día, un 33% de los adultos lo hacen apenas más de 20 veces. La risa franca rejuvenece, reduce el estrés, la ansiedad, las tensiones, el insomnio, los problemas cardiovasculares, los respiratorios y mejora la salud en general porque incrementa la funcionalidad del sistema inmunológico con la liberación de gran cantidad de endorfinas en el cerebro. Sonreír aporta alegría, relajación, felicidad y nos abre las puertas al mundo, alejándonos de los pensamientos negativos. Con la risa volvemos a ser un poco niños, nos retrotrae a momentos vitales donde reír era la norma y hacer reír nuestra bandera. La sonrisa nos mantiene vivos, lejos de la depresión y de la tristeza, nos permite estar más receptivos y ver el lado positivo de las cosas. A su vez la sonrisa nos ayuda a exteriorizar emociones positivas, abriendo las puertas de la vida social y aumentando el poder comunicativo y la relación con los demás. En definitiva es una de las mejores técnicas anti estrés propias del ser humano, alojada en el hemisferio cerebral derecho, donde habitan las emociones y la creatividad y con la capacidad de silenciar el pensamiento, la risa es movimiento, es placer. Mario Satz, filólogo argentina aconseja “reírse con la boca y con los ojos, con el cuerpo y con el alma”, en sus talleres de risas sostiene que la risa nos defiende de agresiones externas y mejora la salud física y espiritual.

Seguramente sonreír nos hace más felices y las personas felices sonríen más y mejor, pero de lo que no cabe ninguna duda es que la sonrisa nos genera bienestar físico y mental, nos conecta positivamente con los demás y nos acerca a un estado de plenitud que nos mantiene vivos, alegres y optimistas.

Si continuas utilizando este sitio, aceptas el uso de las cookies. Más información

Las opciones de cookie en este sitio web están configuradas para "permitir cookies" para ofrecerte una mejor experiéncia de navegación. Si sigues utilizando este sitio web sin cambiar tus opciones o haces clic en "Aceptar" estarás consintiendo las cookies de este sitio.

Cerrar