Poder
Control y dominioEl término poder es utilizado en diversos campos etimológicos
La idea central del poder a la que hace referencia su significado es la capacidad para llevar a cabo una acción, es decir, la habilidad que posee un individuo para cumplir su propia voluntad. Implica una posición física o intelectual de superioridad frente a otros. Así mismo la Real Academia Española incluye en su diccionario la acepción verbal de poder que se refiere a la posibilidad de que ocurra algo: “puede que salgamos hoy de viaje”. El término poder habitualmente se usa para referirse al control o dominio que ejerce una persona sobre un grupo poblacional, en este sentido se relaciona con el poder político, informativo, religioso y económico de un país, donde ciertos representantes adquieren las herramientas necesarias para imponer sus mandatos.
El poder viene representándose en acciones concretas en función del lugar que ocupe, de esta manera un jefe ejerce el poder sobre sus empleados a través de los pactos acordados y de las normas establecidas en base a una relación desigual donde una parte dirige y la otra lo actúa; los gobernantes aplican el poder de la mano de las leyes acordadas previamente para promover una convivencia y armonía social que permita la vida en comunidad y garantice la estabilidad y el desarrollo de sus miembros; los profesores y los padres hacen uso de su autoridad para la promoción de la educación y la formación de los más jóvenes en aras de proteger su integridad y desarrollo moral o cívico, inculcando valores, obediencia y respeto para facilitar la adaptación e integración en la vida social, en este caso la relación es afectiva y las figuras de autoridad son elementos de protección para el aprendiz, lo que asigna un poder tácito a las figuras que toman el mando.
Por tanto incluye acepciones relacionadas con la capacidad para lograr algún objetivo, la capacidad para ejercer dominio sobre otros, la capacidad para influir en los demás o la autoridad reconocida por los otros para ejercer el poder. Puede obtenerse a través de:
La persuasión
Suelen desarrollarla personas con altas capacidades comunicativas, una inteligencia emocional muy desarrollada y cierta ambición en el logro de conseguir objetivos o imponer su voluntad.
La violencia o la fuerza
En escenarios donde el dominio físico sobre el otro sea la llave para ganar el poder tendrá que ver con aquellos que puedan reducir al contrario.
La confianza recibida
Otorgada por los demás en una democracia a través de las urnas o por el grupo social de pertenencia a través de su elección.
La tradición y la cultura de pertenencia
Los mandatos sociales y las expectativas sobre los miembros de la comunidad son transmitidos de generación en generación, adquiriendo la fuerza de lo inmodificable y de lo heredado recibido. El poder que adquiere sobre una persona una determinada religión o ciertas costumbres es mayor que su voluntad individual, siendo por tanto el timón de sus elecciones vitales.
El carisma personal
Algunas personas poseen el don de gustar a los demás, su mirada, su sonrisa, su forma de relacionarse y de hacer sentir a los demás les otorga un poder muy ansiado por muchos por la autoridad moral y afectiva que permite al carismático. Suelen ser los líderes en grupos de iguales y los elegidos como representantes por su inteligencia emocional, empatía y habilidades interpersonales.
Las habilidades o conocimientos adquiridos
El poder aquí es logrado por lo que uno sabe, conoce o domina. Que la información es poder adquiere un sentido literal en ocasión.
El dinero
Una de las más deseadas fuentes de poder se encuentra precisamente en la posesión de bienes materiales, considerando el dueño que tener cuanto más mejor es sinónimo que conseguir lo que uno quiera. La realidad es que el dinero en ausencia de otras habilidades y herramientas pierde valor.
Las relaciones desiguales
En aquellas relaciones personales donde habita la desigualdad en forma de dominio y sumisión, donde uno de los miembros tiene una posición de poder se ejerce la potestad de establecer la dinámica relacional.
Querer es poder
No ofende quien quiere sino quien puede. El poder corrompe. El poder es un arma de doble filo. El ambicioso solo quiere poder.
Estas ideas sobre el poder caminan de la mano del conocimiento popular, se tiende a asignar al mismo la legitimidad sobre los actos propios y sobre la voluntad social, siendo un tanto impopular cuando se relaciona con los políticos y los gobiernos. Se considera que el poder sobre uno mismo es una gran virtud para el crecimiento y desarrollo personal, “si quieres, puedes lograrlo”; sin embargo se puede convertir en defecto cuando se aplica sobre los demás, se habla así del ansia del poder que sufren los más ambiciosos y que se convierte en enemigo del que nunca cree tener suficiente, “perder el poder puede convertirse en la gran derrota del que lo tuvo”.